Columna ?? el clímax y el sistema inquieto autónomo
Vaya!, Pensé, si este fuera un hombre, esto sería un problema y probablemente una provocación. Era como si alguien estuviese apuntándote en el pecho. Mi espacio estaba invadido, y sin ninguna gentileza. Se podría decir que la furia se le salía por los poros. Mi curiosidad estaba en alarma. Sigue leyendo
