Y pregúntale a tu cuerpo y tu cuerpo te va a decir la respuesta
Un día, por las ojeras y los movimientos bruscos de Pilar, comprendió que había sucedido una de las frecuentes rupturas con el bohemio. Fueron juntos a la cafetería y allá ella destapó sus dolores y los puso, ordenadamente, encima de la mesa. Sigue leyendo