En mí compañía, te envolverá un genuino torrente de alegría, pasión y sobre todo mucha lascivia
La inexperiencia les llevó a tomar agua de una fuente poco recomendable y nos solicitaron socorro de madrugada, la primera vez. Nuestro médico, dándose a todos los diablos, acudió a contemplar los síntomas y a repartir muy, muy negras tabletas de lignito, que hacen milagros entre las víctimas de las fuentes. Sigue leyendo